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arribalairzquierda

Podría perderme una y mil veces

en el barrio de la Latina

si al menos nuestras manos permanecieran juntas.

El ruido, la música de fondo,

el olor a alcohol y a maría,

girar la cara y verte mirándome.

No puedo evitar rozarte la mano

y esperar a que me la cojas,

a que no a sueltes nunca.

Dame un beso en los labios,

dulce,

como el aroma a ron,

que sale de tu boca.

Quiero sentir tu lengua

como no he sentido ninguna antes,

acariciándome todo el cuerpo.

¡Qué duros los recuerdos,

y cómo regresan de rápido sólo cuando rozo tu cara,

suave,

como la de un niño pequeño,

que en el fondo,

es lo que eres.

 

A él.